PRONTO RECIBIRE LA CONFIRMACION.

Aún faltan 30 pasos de un camino que en los últimos días se ha transformado en una verdadera carrera; ¡sin embargo, seguimos adelante! Llegaste sí, pero no al final del recorrido. Cumpliste con un entrenamiento, y ahora dará inicio el encuentro entre tú y la vida. Cuando tu papá y tu mamá te llevaron a la pila bautismal en el más definitivo acto de amor, al hacer de ti un hijo de la vida y no de la muerte, de la libertad y no de la esclavitud, del bien y no del mal, el sacerdote te ungió aceite en el pecho, como se hacía antes con los atletas; de esta manera, les recordaba a todos que para ser cristianos es necesario ser igualmente atletas, fuertes, resistentes, combativos, pero no en contra de los demás sino contra la tentación del mal que nace en nuestro interior. La Carta a los hebreos nos permite afirmar que desde los primeros años los cristianos consideraron que la vida semeja un combate en el estadio, donde nos encontramos rodeados de gente victoriosa, los santos, quienes desde las tribunas lanzan vivas, y donde entusiasmados mantenemos la mirada fija en el premio, Jesús, que es nuestro ejemplo y motivo para salir vencedores.